Como siempre comenzamos el día con una sesión de Pilates, las agujetas de las que os hablábamos ayer siguen presentes, pero se van atenuando. Después de estirar el cuerpo le tocaba el turno a la clase de expresión corporal...
Las chicas tenían deberes: traer consigo un fragmento de un libro, una canción, una película... cualquier cosa que les permitiese exponerla ante sus compañeras y que las hiciese conectar con sus sentimientos.
La gama de selecciones fue de lo más variado, Benedetti, Rosalía de Castro, García Marquez, un pasaje de Don Juan Tenorio o una escena de Blade Runner se encargaron de demostrar
Llegó la hora de dejar el miedo escénico y la vergüenza a un lado y exponer sus selecciones ante sus compañeras. Al principio el volumen de la voz era bajo y las manos temblaban. A los 5 minutos todo eso quedó atrás y empezó a surgir lo mejor de nuestras alumnas.Tras la intensidad emocional llegó la hora de relajarse con unos simples ejercicios de confianza. Siempre bajo la atenta mirada y consejo de Pastor.
Al acabar la clase de expresión corporal volvió la hora de los tacones! Cada día aumenta la dificultad.
A los zapatos se le sumaron el manejo de telas a modo de alas "siempre con elegancia", como le guta recalcar a Caty, y la presencia del fotógrafo. Chicas, tenemos que acostumbrarnos a estar rodeada de flashes, llegará un momento en el que no los vereis!!
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