
1 hora después, vuelta a la normalidad de las clases. Las chicas venían preparadas, sabían que la clase con Pastor (nuestro magnifico profesor de expresión corporal) prometía ser muy intensa a nivel emocional.
Y así fue. Retomamos los textos de la última clase y comenzaron a tomar forma. Una forma especial y única que nunca más volverán a tener. Eso hizo del momento algo mágico...
Es emocionante ver día a día cómo nuestras 11 alumnas express se transforman y dan lo mejor de sí. Chicas, un millón de gracias!!!
Para terminar el día una sesión muy especial de pasarela. Nada de caras serias, nada de contar pasos... El ejercicio era pasarlo bien, sonreir, disfrutar del momento con Donna Summer acompañándonos a todo volumen.
Aunque aún nos queda una semana de curso, puedo aseguraros que el desfile del día 31 será un éxito sonado!!